¿Cuántas veces en la vida te has planteado si realmente te gusta tu trabajo?
¿Has pensado alguna vez en ser emprendedor y montar tu propia empresa?
¿Qué te frena a hacerlo?
Durante más de 15 años estuve trabajando en una multinacional y todo iba bien hasta que un día te levantas por la mañana y te planteas qué quieres hacer realmente con tu vida.
Hablando con uno de mis jefes con el que más confianza tenía me hizo una pregunta simple y concisa:
¿Qué prefieres ser, cola de león o cabeza de ratón?
Y así fue como de repente me di cuenta que mi espíritu emprendedor me estaba llamando. Fue una pregunta directa pero de respuesta compleja y meditada, que marcaría los últimos díez años de mi vida y de mi profesión.
Hace unos días coincidí con un antiguo compañero que también tomó la decisión de irse de la multinacional pero para seguir escalando puestos en otras grandes empresas. Me habló de cifras inimaginables para mí en rangos salariales, vacaciones pagadas, coche de empresa, dietas y gastos pagados. Es decir, un león en toda regla: agresivo, tajante y embaucador… ¡Pero trabajando para el proyecto de otros!
Entonces recordé mis viejos y gloriosos tiempos en esa gran empresa y pensé dónde estaba ahora. Un empresa propia, pequeña, muy pequeña porque no puedo permitirme contratar a nadie. Un proyecto que cumple diez años sorteando fracasos y algunos éxitos pero siempre aprendiendo, disfrutando y conduciendo mi propio barco. Ese barco que a veces navega lento, demasiadas tormentas que impiden tomar el timón y retomar el rumbo. Pero a veces el viento sopla las velas y eres tú, solo tú, el que decide el rumbo, el destino y el tiempo. Y así cada pequeño logro de esta editorial se convierte en una aventura fantástica para conocer gente nueva, para crear libros y contar historias…
Esa fue una de las razones por las que decidí hace unos meses editar este libro para emprendedores de Rafa Fernández. Porque entre todas las historias que su autor relata, había una parte de mi, algo que me unía a esa gente que un día tomando un café se plantea cambiar, tomar la «gran decisión», y convertirse en capitán de su propio barco. O «cabeza de ratón», como diría mi antiguo jefe… ¡Tú decides!
Dios tenía un Business Plan no es solo un libro para la gente que se está planteando dar el salto. Es también para gente como yo, que ya tiene su propio negocio pero que necesita una mano amiga que te recuerde cuando las cosas no van bien porque estás aquí, que te explique que si algunos proyectos fracasan no siempre es por tu culpa, que hay un montón de factores externos que no puedes controlar y te pueden dinamitar la linea de flotación, y que a veces es más sensato atracar en puerto hasta que pase el huracán y esperar a que la calma vuelva, para entonces volver a zarpar.
Aquí te presto algunos de los «buenos consejos» que encontrarás en este libro:
- Todo lo que haces tiene sentido si sabes conectarlo.
- Confía en tu intuición.
- No es lo mismo ser empresario que ser emprendedor.
- Eres lo que haces. Empieza a hacer lo que quieras ser.
- No tengas prisa… que cada paso disponga del tiempo que le corresponde.
- Un socio no debe sumar, debe multiplicar.
- No te fíes, conoce las normas de tu mercado y prepárate para el cambio.
- Aprende a retirarte a tiempo. Si has hecho lo que está en tu mano no estas obligado a más…
Si he conseguido abrirte el apetito ya solo falta que te hagas con nuestro libro 🙂 Pincha aquí y bienvenido a la familia de emprendedores.
«No fracasé, sólo descubrí 999 maneras de cómo no hacer una bombilla»
T. Edison