En esta nueva entrevista que publicamos sobre blogueras y cuentistas infantiles, hemos querido acercarnos hasta Zamora para conocer mejor quién está detras del perfil MIS CUENTOS INFANTILES, y sobre todo para dar también una visión del mundo de la educación infantil hoy en día, y de los docentes que están detrás.
¡Esperamos que os guste!
EDITORIAL CHOCOLATE (ED): ¿Quién está detrás de «Mis cuentos infantiles”?
MIS CUENTOS INFANTILES (MCI): Me llamo Sandra Alonso, tengo 24 años y soy de Zamora. Soy maestra de Educación Infantil y Educación Especial y, si todo va bien, en un mes seré también Educadora Infantil. Apasionada de los niños desde pequeñita y más adicta a la literatura infantil ahora que en mi infancia. Nunca me gustó leer hasta que descubrí en la universidad lo importante que es esta afición para nuestros niños. Adoro viajar, las series y la música. Adicta al café y a los libros… ¿Qué te parece?
(ED): ¿Cómo nació la idea de montar un blog para recomendar cuentos para niños?
(MCI): De la forma más tonta posible. Tras una asignatura sobre literatura infantil en la universidad me hice con algún que otro cuento para hacer trabajos. Poco a poco me fui aficionando y cuando tenía unos 10 libros infantiles me decidí a abrir un perfil de Instagram para hablar sobre ellos (mi idea era que, si podía ayudar a alguien que no los conociera, ¿por qué no lo iba a hacer?). Los seguidores empezaron a aumentar a pasos agigantados, mi adicción por los cuentos iba multiplicándose día a día… ¡Una locura! Pero, sin duda, una de las experiencias más bonitas y gratificantes de mi vida. Ahora con más de 600 libros infantiles en casa me pregunto cómo daría el gran paso sin tener ni idea de este increíble mundo de los cuentos.
(ED): ¿Crees que hoy en día los profesores deben utilizar los cuentos como herramientas para identificar o solucionar problemas en la clase?
(MCI): ¡¡Por supuesto!! Los cuentos son un recurso básico y esencial en el aula, en casa y en cualquier lugar en el que haya un niño. Gracias a ellos, los pequeños pueden desarrollar la empatía, las emociones, infinidad de valores… Pero, está claro, no sirve sólo con leer el libro, debemos reflexionar con ellos, ayudarles a aclarar las ideas, extrapolar los aprendizajes, etc.
Uno de los grandes problemas en este ámbito es que muchas veces no se conoce más que los cuentos clásicos y, por consiguiente, se pierde la esencia de la excelente literatura con la que contamos hoy en día para resolver conflictos, transmitir valores, adquirir comportamientos…
(ED): ¿Cuáles serían tus asignaturas preferidas para impartir a los más pequeños y cuáles quitarías?
(MCI): Si por mí fuera, en todas las escuelas infantiles habría un tiempo en el que los niños (incluso desde bebés) pudieran manipular y entrar en contacto con los libros con el fin de poder ir comprobando cuáles les gustan más, hacia qué tipo de literatura se inclinan, favorecer la capacidad atencional gracias a las ilustraciones…
No creo que sea necesario eliminar ninguna asignatura, todas son importantes e interesantes, pero sí deberíamos plantearnos la labor educativa. Vuelvo al caso de los literatura… ¿A quién no le han obligado de pequeño a leer un libro en concreto? Eso, para mí, es un gran error y, por desgracia, muy común. En lugar de obligar deberíamos ofrecer alternativas, dejar que los niños lean por placer aquello que les gusta y nunca decidir nosotros qué libros han de llegar a sus manos (siempre con supervisión, claro), pero dejándoles libertad. Por supuesto, igual que en el ejemplo que acabo de poner, en el resto de asignaturas pasa lo mismo. Debemos motivar y no obligar, está claro que a los niños siempre les va a costar unas asignaturas más que otras (a los adultos nos pasa lo mismo), por ello necesitan sentirse motivados, con ilusión y con ganas de seguir aprendiendo, ¿no os parece? Todo eso está en nuestra mano.
(ED): ¿Cual crees que es la función de los maestros hoy en día? ¿Ha cambiado respecto a otras épocas?
(MCI): Creo que todo depende del maestro. Algunos se toman el trabajo como “obligación” y otros lo disfrutan plenamente y, aunque parezca que no, esto se nota. Para mí, la función de los maestros debe ser educativa, respetuosa con el niño, en colaboración con las familias, afectuosa, motivadora… y, lo más importante, manteniendo vivo el niño que llevamos dentro. Con estos ingredientes, seremos capaces de proporcionar a nuestros pequeños todo lo que necesitan, sintiéndose realmente queridos y valorados.
¡Por supuesto que ha cambiado! Antes la educación era mucho más estricta, el maestro siempre estaba por encima del niño. Ahora, en la mayoría de los casos, prima el afecto y el respeto mutuo entre alumnos y maestro. Para mí, ese es el principal cambio.
(ED): Lo mejor y lo peor de ser profesor
(MCI): Lo mejor, sin duda, el poder disfrutar diariamente del cariño y la inocencia de los más pequeños, de sus ocurrencias, de su imaginación, de sus abrazos, de su bondad… Lo peor, para mí, lo poco que se valora socialmente la profesión de los docentes. Muchas veces hacemos comentarios del tipo “anda que para jugar con niños…”, “todo el día con manualidades”, “eso no es trabajar”… Sin darnos cuenta que la educación es fundamental para pequeños y mayores. Si los adultos no respetamos a los maestros, ¿por qué deben hacerlo los niños? Para mí, éste es uno de los grandes problemas ante el que nos encontramos en la actualidad.
(ED): Tenemos a varios maestros españoles nominados al nobel de su categoría… ¿Cuáles crees que son los valores que les han llevado a estar ahí?
(MCI): Para ser el mejor en tu trabajo debes estar motivado, no dejar de aprender sobre ello, renovarte cada día… Pero, lo más importante, sin duda, es que te guste tu profesión. Para ser de los mejores maestros debemos estar abiertos al cambio, a las nuevas metodologías y estilos de crianza, tener una buena relación con las familias de nuestros alumnos… En ocasiones esto nos resulta demasiado complicado porque, como en todos los trabajos, siempre vas a encontrarte con gente que quiera pararte los pies simplemente porque ellos han perdido su motivación y la ilusión de seguir siendo niños. Si no caemos en su juego y luchamos por llevar todas nuestras ideas y proyectos a cabo, conseguiremos ganarnos el cariño y la confianza de los niños, de sus familiares y, poco a poco, demostrar a los que intentaban ponernos la zancadilla que con ganas e ilusión se puede conseguir cualquier cosa… ¡Sobre todo ser felices!
(ED): Dinos tus tres cuentos preferidos y por qué
(MCI): Quedarme sólo con tres es una tarea dificilísima… ¡Voy a intentarlo!
– “Lágrimas bajo la cama” (autoeditado por Ana Meilán). Me encanta porque habla de la importancia de las lágrimas, de llorar cuando nos apetece (de tristeza o de alegría, claro), de respetar la expresión de las emociones… ¡Además Simón es un encanto de niño!
– “El momento perfecto” (de Susanna Isern, editado por La Fragatina). Me identifico mucho con él por la idea que transmite, ese “todo pasa por algo” que tanto me gusta…
– “La niña de los libros” (de Oliver Jeffers, editado por Andana). Una pequeña apasionada de la literatura que encuentra en los libros la llave para entrar a nuevos mundos… ¡Me encanta!
(ED): Y si tuvieras que escoger uno de Editorial Chocolate sería…
(MCI): Sin duda, “Cloe quiere ser mamá” (o “Chloe wants to be a mother”) porque considero que todas las mujeres tenemos derecho a cumplir nuestro sueño de ser mamás.
Además es una forma preciosa de explicar a los niños que han nacido gracias a tratamientos de fertilidad la manera tan especial en que llegaron a nuestra vida. Otro punto que me encanta de este libro es el hecho de aceptar el deseo de ser madre soltera por decisión propia, ya que cada día es una opción más extendida y que, personalmente, me encanta.